Otra perspectiva

 Otra perspectiva

"La mayor parte del tiempo, la gente habla y actúa desde su propia perspectiva. Pocas veces comprenden, o tratan de comprender, el punto de vista del otro. Si por falta de entendimiento te involucras en un conflicto con alguien, recuerda que tú eres tan culpable de ello como la otra persona, independientemente de quién haya iniciado la disputa. «Los necios riñen; los sabios dialogan»."

Paramahansa Yogananda (SRF-YSS)

Hoy en este blog te contaré cómo, por algún tiempo, tuve la fortuna de cultivar amistades infructuosas de las cuales aprendí con sabiduría.

Durante algunos años, en la ciudad en la que vivía, tuve la necesidad y oportunidad de relacionarme con un grupo de personas que, en su forma consecutiva de actuar tanto individualmente como en grupo, no eran lo más común para mí, sin embargo, ésta fue una de las razones por las cuales yo me sentía tan atraída hacia ese grupo.

Las primeras conexiones de amistad fueron extrañas, debido a que hacían caso más a sus pensamientos sobre mi persona que a la realidad, ya que, no me conocían del todo bien. Pasado el tiempo, logramos tener una amistad que duró aproximadamente 3 años, y las razones fueron variadas; dentro de este grupo, existía libertinaje, vicios, apoyo, amistad, desperdicio y secretos inesperados que hacían aún más grandes las uniones.

Dentro de éste grupo de personas mi alteración sensorial y emocional era tal, que me percibí influenciada rápidamente por sus acciones, así mismo me sentí tan libre debido a que, en apariencia, no existían alteraciones prejuiciosas que dañaran mi autopercepción así como mi percepción dentro del grupo, por lo tanto, podía expresarme abiertamente; situación que no era común en mis círculos sociales.

Dentro de este círculo social viví situaciones de libertad y libertinaje que jamás había experimentado, circunstancias que unían las bebidas alcohólicas, música, emociones y sensaciones no estructuradas... Todo parecía que estaba bien, pues cada quién cumplía con un rol dentro del grupo.

Rápidamente al pasar del tiempo, todas las circunstancias fueron cambiando debido a las nuevas cosas con las que había que cumplir al percibirnos ya como adultos con responsabilidades adecuadas a la edad, al paso del tiempo, dejé estas amistades atrás, debido a que me mudé de ciudad y no existía ya tanta conexión como en un inicio, a pesar de seguir cultivando o intentar cultivar mi relación con el grupo por medio de redes sociales, y medios de comunicación alternos como el internet.

Es así como, después de pasado el tiempo, malos entendidos y situaciones personales adversas, este grupo decidió terminar su relación conmigo.

En su momento, decidí sabiamente no volver a buscarles o bien no intentar reconstruir la relación con este grupo de personas, debido a que dentro de mí, tuve la "reflexión adecuada", como un destello de iluminación, o corazonada que me indicaba que era lo mejor para mí, dejar ir esta como una etapa del pasado de la que disfruté y aprendí lo suficiente.

Esta sensación o corazonada no ha sido la única en mi vida, también he decidido dejar atrás otras amistades, que ya no eran constructivas en ningún sentido, así mismo no existía una correlación de crecimiento o un apoyo mutuo, así que, esta toma de decisiones no ha sido la única en su tipo dentro de mi vida. 
Al paso de los años, he logrado comprender que, las relaciones sociales entre personas si alteran los comportamientos humanas cuando se está en grupo.

He notado grandes cambios en mí, el más notable hasta el momento, es que, ya no se me antojan las bebidas alcohólicas en absoluto, siendo que, en el momento en que me adecuaba dentro de este grupo, las fiestas y el alcohol ha sido lo más representativo y característico de nuestras reuniones, inclusive en el par de años consecutivos a mi cambio de domicilio, era una necesidad recurrente en mí la búsqueda de este tipo de socialización, repitiendo en ocasiones conductas destructivas en nuevos círculos de amistad.

Así mismo me di cuenta de que, si bien, siempre guardaré sus amistades en mi corazón, eran éstas las que no me permitían relacionarme adecuadamente inclusive conmigo misma, ya que, existían dentro del grupo, acciones y actitudes destructivas vistas como normales, acciones y actitudes que no eran cuestionadas, y es ahora, a la distancia que me he percatado de la gran diferencia entre estar y ser allá en aquel momento, y estar y ser ahora.

Así mismo de forma tardía logré entender que, dentro de este grupo yo misma solía realizar acciones que vulneraban mi persona y mi dignidad humana, a pesar de mis conocimientos, de mi crecimiento humano y personal, aún con ello, actuaba de formas inadecuadas, que me ponían en peligro, lo sabía y no entendía la gravedad de esta situación, hasta ahora.

Anteriormente yo creía que uno podía tomar decisiones adecuadas en base al conocimiento y al empirismo constructivo, pero, ahora me he percatado de que, el entorno social influye en esta toma de decisiones y estas pueden ser adecuadas, inadecuadas, constructivas y/o destructivas, conociendo los efectos, reacciones o consecuencias de forma paulatina, instantánea o a la distancia. 


 "El principio básico del comportamiento correcto es la autorreforma. [...] Cada vez que surjan conflictos con nuestros amigos o seres queridos, debemos asumir interiormente la responsabilidad por haber llegado a esa desagradable situación y, luego, procurar darle término tan rápida y cortésmente como nos sea posible. Aunque los demás tuviesen la culpa, de nada sirve agravar el problema recriminándoles con tono vociferante, rudeza y descortesía. A nuestros seres queridos irascibles podemos enseñarles a corregir sus faltas dándoles buen ejemplo, lo cual es cien veces más eficaz que hacerlo con palabras ásperas o de pretendida superioridad moral".

Paramahansa Yogananda (SRF-YSS)


¿Hasta qué punto, la necesidad de pertenencia aun grupo puede vulnerar la vida misma?

Afortunadamente de manera fortuita o tal vez, inconsciente, terminé mi relación con ellos, no tomé las mejores decisiones en su momento, y disfruté mucho mi oportunidad de amistad con ellos pero, existen otras necesidades y circunstancias a cumplir que son superiores a mi propia necesidad de pertenencia a este grupo. 

Aún sigo reflexionando el porqué permití mi amistad con este grupo de personas, pero esto, será motivo de otro blog.

Hemos llegado al final, espero hayan disfrutado y aprendido algo de esta lectura, si te agradó déjamelo saber en un  comentario o compartiendo este blog con tus amigos.

Mientras tanto, te dejo algunas ligas interesantes sobre el tema:


Cinco tipos de amistades tóxicas.


 Los tres tipos de amistad


 La conducta autodestructiva

                                                                         

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